martes, 9 de marzo de 2010

PRAGMÁTICA DE LA LENGUA MATERNA Y SEGUNDA LENGUA: Material complementario


EL RETRATO DE OVAL
[Cuento. Texto completo]
Edgar Allan Poe

El castillo en el cual mi criado se le había ocurrido penetrar a la fuerza en vez de permitirme, malhadadamente herido como estaba, de pasar una noche al ras, era uno de esos edificios mezcla de grandeza y de melancolía que durante tanto tiempo levantaron sus altivas frentes en medio de los Apeninos, tanto en la realidad como en la imaginación de Mistress Radcliffe. Según toda apariencia, el castillo había sido recientemente abandonado, aunque temporariamente. Nos instalamos en una de las habitaciones más pequeñas y menos suntuosamente amuebladas. Estaba situada en una torre aislada del resto del edificio. Su decorado era rico, pero antiguo y sumamente deteriorado. Los muros estaban cubiertos de tapicerías y adornados con numerosos trofeos heráldicos de toda clase, y de ellos pendían un número verdaderamente prodigioso de pinturas modernas, ricas de estilo, encerradas en sendos marcos dorados, de gusto arabesco. Me produjeron profundo interés, y quizá mi incipiente delirio fue la causa, aquellos cuadros colgados no solamente en las paredes principales, sino también en una porción de rincones que la arquitectura caprichosa del castillo hacía inevitable; hice a Pedro cerrar los pesados postigos del salón, pues ya era hora avanzada, encender un gran candelabro de muchos brazos colocado al lado de mi cabecera, y abrir completamente las cortinas de negro terciopelo, guarnecidas de festones, que rodeaban el lecho. Quíselo así para poder, al menos, si no reconciliaba el sueño, distraerme alternativamente entre la contemplación de estas pinturas y la lectura de un pequeño volumen que había encontrado sobre la almohada, en que se criticaban y analizaban.
Leí largo tiempo; contemplé las pinturas religiosas devotamente; las horas huyeron, rápidas y silenciosas, y llegó la media noche. La posición del candelabro me molestaba, y extendiendo la mano con dificultad para no turbar el sueño de mi criado, lo coloqué de modo que arrojase la luz de lleno sobre el libro.

Pero este movimiento produjo un efecto completamente inesperado. La luz de sus numerosas bujías dio de pleno en un nicho del salón que una de las columnas del lecho había hasta entonces cubierto con una sombra profunda. Vi envuelto en viva luz un cuadro que hasta entonces no advirtiera. Era el retrato de una joven ya formada, casi mujer. Lo contemplé rápidamente y cerré los ojos. ¿Por qué? No me lo expliqué al principio; pero, en tanto que mis ojos permanecieron cerrados, analicé rápidamente el motivo que me los hacía cerrar. Era un movimiento involuntario para ganar tiempo y recapacitar, para asegurarme de que mi vista no me había engañado, para calmar y preparar mi espíritu a una contemplación más fría y más serena. Al cabo de algunos momentos, miré de nuevo el lienzo fijamente.

No era posible dudar, aun cuando lo hubiese querido; porque el primer rayo de luz al caer sobre el lienzo, había desvanecido el estupor delirante de que mis sentidos se hallaban poseídos, haciéndome volver repentinamente a la realidad de la vida.

El cuadro representaba, como ya he dicho, a una joven. se trataba sencillamente de un retrato de medio cuerpo, todo en este estilo que se llama, en lenguaje técnico, estilo de viñeta; había en él mucho de la manera de pintar de Sully en sus cabezas favoritas. Los brazos, el seno y las puntas de sus radiantes cabellos, pendíanse en la sombra vaga, pero profunda, que servía de fondo a la imagen. El marco era oval, magníficamente dorado, y de un bello estilo morisco. Tal vez no fuese ni la ejecución de la obra, ni la excepcional belleza de su fisonomía lo que me impresionó tan repentina y profundamente. No podía creer que mi imaginación, al salir de su delirio, hubiese tomado la cabeza por la de una persona viva. Empero, los detalles del dibujo, el estilo de viñeta y el aspecto del marco, no me permitieron dudar ni un solo instante. Abismado en estas reflexiones, permanecí una hora entera con los ojos fijos en el retrato. Aquella inexplicable expresión de realidad y vida que al principio me hiciera estremecer, acabó por subyugarme. Lleno de terror y respeto, volví el candelabro a su primera posición, y habiendo así apartado de mi vista la causa de mi profunda agitación, me apoderé ansiosamente del volumen que contenía la historia y descripción de los cuadros. Busqué inmediatamente el número correspondiente al que marcaba el retrato oval, y leí la extraña y singular historia siguiente:

"Era una joven de peregrina belleza, tan graciosa como amable, que en mal hora amó al pintor y se desposó con él. Él tenía un carácter apasionado, estudioso y austero, y había puesto en el arte sus amores; ella, joven, de rarísima belleza, toda luz y sonrisas, con la alegría de un cervatillo, amándolo todo, no odiando más que el arte, que era su rival, no temiendo más que la paleta, los pinceles y demás instrumentos importunos que le arrebataban el amor de su adorado. Terrible impresión causó a la dama oír al pintor hablar del deseo de retratarla. Mas era humilde y sumisa, y sentóse pacientemente, durante largas semanas, en la sombría y alta habitación de la torre, donde la luz se filtraba sobre el pálido lienzo solamente por el cielo raso. El artista cifraba su gloria en su obra, que avanzaba de hora en hora, de día en día. Y era un hombre vehemente, extraño, pensativo y que se perdía en mil ensueños; tanto que no veía que la luz que penetraba tan lúgubremente en esta torre aislada secaba la salud y los encantos de su mujer, que se consumía para todos excepto para él. Ella, no obstante, sonreía más y más, porque veía que el pintor, que disfrutaba de gran fama, experimentaba un vivo y ardiente placer en su tarea, y trabajaba noche y día para trasladar al lienzo la imagen de la que tanto amaba, la cual de día en día tornábase más débil y desanimada. Y, en verdad, los que contemplaban el retrato, comentaban en voz baja su semejanza maravillosa, prueba palpable del genio del pintor, y del profundo amor que su modelo le inspiraba. Pero, al fin, cuando el trabajo tocaba a su término, no se permitió a nadie entrar en la torre; porque el pintor había llegado a enloquecer por el ardor con que tomaba su trabajo, y levantaba los ojos rara vez del lienzo, ni aun para mirar el rostro de su esposa. Y no podía ver que los colores que extendía sobre el lienzo borrábanse de las mejillas de la que tenía sentada a su lado. Y cuando muchas semanas hubieron transcurrido, y no restaba por hacer más que una cosa muy pequeña, sólo dar un toque sobre la boca y otro sobre los ojos, el alma de la dama palpitó aún, como la llama de una lámpara que está próxima a extinguirse. Y entonces el pintor dio los toques, y durante un instante quedó en éxtasis ante el trabajo que había ejecutado. Pero un minuto después, estremeciéndose, palideció intensamente herido por el terror, y gritó con voz terrible: "¡En verdad, esta es la vida misma!" Se volvió bruscamente para mirar a su bien amada: ¡Estaba muerta!"

lunes, 8 de marzo de 2010

PRAGMÁTICA DE LA LENGUA MATERNA Y SEGUNDA LENGUA. GUIA N°2




Otro mundo II. Grabado de Escher,

OBJETIVOS DE LA SESIÓN

* Conocer la importancia del arte

* Relacionar la estética y la comunicación como complementos de la manifestación artística.

* Conocer los lazos que unen la semiótica y la literatura.


CONTENIDOS PROGRAMÁTICOS

* Naturaleza del arte

* Arte y estética

* Arte y comunicación

* Criterios sobre crítica del arte

* Semiótica y literatura

* Modelo de análisis textual (Roland Barthes)

ACTIVIDADES A DESARROLLAR


* De acuerdo al grabado de Escher, titulado "otro mundo" (parte superior), responde:

a- ¿Qué relación encuentras entre el título y la imagen?. Argumenta tu respuesta.

b- El grabado de Escher: simboliza un valor o atributo real, evoca una emoción o un sentimiento, hace una abstracción geométrica o crea un objeto ilusorio. Sustente ¿ cuál de las apreciaciones artísticas anteriores es la que consideras más acertada?. Explica tu respuesta.

c- Analiza el grabado de Escher. Determina:

- El nivel de los motivos

- El nivel iconográfico

- El nivel de los valores simbólicos

* Observa el video "El señor de las moscas" de Willian Goldin y mediante un escrito plantea tu apreciación acerca de los elementos semióticos que hacen parte de la temática. Publica tus comentarios en el blog. Responde mediante un trabajo escrito las siguientes inquietudes:

a-Breve referencia Bibliográfica del autor.

b-¿Dónde se encuentran los chicos? ¿Porqué están ahí? ¿Qué sentimientos albergan frente a su situación y a la naturaleza que les rodea?

c-Caracteriza a los tres personajes principales, Ralph, Piggy y Jack, tanto física como sicológicamente.

d-¿Es necesario la existencia de jefes? ¿Cuáles deben ser sus cualidades?

e-¿Cómo pasa Jack a convertirse en jefe? ¿En qué basa su poder? ¿Existen reglas en su grupo?

f-¿Qué simboliza la caracola y la lanza ensangrentada? ¿Qué ocurre con la caracola al final de la novela? ¿Qué impresión te produce?

g-¿Quién es "el señor de las moscas"? ¿Qué representa?

h-¿Qué reflexión sobre el hombre, la violencia, las normas y el poder político se pueden realizar a partir del video?

i-Interpreta el final .¿Por qué Ralph se presenta a sí mismo como jefe y Jack permanece callado?
http://www.youtube.com/watch?v=um2qR3A-7BM
*Del cuento " el retrato de oval" de Edgar Allan Poe:
a-Realiza una lectura lenta
b-Anota los puntos fundamentales de la primera lectura.
c-Lee nuevamente el texto y compara lo registrado inicialmente con los nuevos elementos descubiertos en la segunda lectura.
d-Confronta la lectura individual con los otros compañeros. Explica el origen de las diferencias en la interpretación.
e-Separa o divide los elementos de significado que han sido aportados por el conocimiento particular del sector.
f-Señala los códigos de significado.
g-Analiza porqué son necesarios algunas referencias culturales para su comprensión.
*Las pinturas no se leen como se pueden leer algunos libros, es decir, de principio a fin. Cuando vas a leer una pintura lo haces de acuerdo con ideas que van por parejas, ideas de simetría y asimetría, fondo y figura, equilibrio y desequilibrio, armonía y contraste. El color empieza a tomar mayor importancia sobre la forma, cuando el artista quiere expresar ciertas emociones y que sus espectadores lo experimenten. Vincent Van Gogh, en una de sus cartas, le escribe a su hermano Theo: "Este es el boceto del último lienzo en que estoy trabajando,(...) un disco amarillo limón inmenso para el sol. Un cielo amarillo verdoso con nubes rosas. El campo violeta, el sembrador y el árbol azul Prusia..."
Con esta descripción semiológica que quería relatarle el pintor a su hermano: escribe tu apreciación acerca de estas manifestaciones emotivas y el valor simbólico que representa cada elemento.
DATOS BIBLIOGRÁFICOS

• CALABRESE, Omar. El lenguaje del Arte. Paidos. Barcelona 1985.
• LURKER, Manfred. El mensaje de los símbolos. Editorial Herder. Barcelona 1992.
• MUKAROUSKI, Jan. Escritor de Estética y semiologia del Arte. Gustavo Pili. Barcelona. 1977.
• ECO, Umberto. "Proemio" en signo. Ed. Labor. España. 1988.
• SAUSSURE, Ferdinand. Curso de Linguïstica General. Ed. Nuevomar. México. 1982.

PRAGMÁTICA DE LA LENGUA MATERNA Y SEGUNDA LENGUA. GUIA N° 1




INTRODUCCIÓN

La semiótica es una teoría cultural, que linda con la antropología cultural y la sociología; el hombre es el más importante en el grupo social, y en su proceso de participación se mueve dentro de una serie de relaciones con los objetos y las personas. Los objetos son instrumentos culturales que permiten satisfacer necesidades: adquieren la categoría de signos a través de un proceso de semantización que se opera al interior del grupo que usa el objeto en cuestión; los objetos en la cultura tienen la capacidad de significar sin que el objeto en sí se destruya.

Esta asignatura pretende plantear la importancia de la semiología, sus componentes como el signo, el campo semiótico; su incidencia en el campo comunicativo, artístico y literario.


Horizontes

• Plantear las fundamentaciones teóricas que hacen del hecho literario una práctica significante de los fenómenos sociales.

• Visualizar desde el marco semiológico el universo simbólico característico del arte literario como hecho semiológico.

• Precisar los rasgos del valor o significación ideológica de la obra estudiada, y su objetivación en la masa social.

• Estudiar el signo como instrumento necesario para la estructuración del pensamiento y la exteriorización del mismo.

• Dar a conocer los precursores y continuadores de la semiología.

• Conocer la importancia de los signos dentro dentro del mundo artístico.

• Conocer y aplicar el modelo de análisis semiótico propuesto por Roland Barthes.

GUIA Nº 1

OBJETIVOS DE LA SESIÓN

• Informar sobre el origen de la semiología como ciencia.

• Conocer los pensamientos de Pierce y Saussure acerca de la semiología.

• Destacar la importancia del lenguaje simbólico necesario para la estructuración del pensamiento y la exteriorización del mismo.

CONTENIDOS PROGRAMÁTICOS DE LA SESIÓN

• La semiología como objeto de estudio.

• Óptica social del lenguaje.

• Agregados sobre el lenguaje simbólico.

ACTIVIDADES A DESARROLLAR

• De acuerdo a la lectura complementaria "PROEMIO" de Umberto Eco, plantea mediante un escrito tu punto de vista acerca de este texto. ¿Qué papel juega el signo dentro del mundo circundante?

• Elabore un mapa conceptual donde sintetices la evolución histórica de la semiología y sus representantes.

• Enumere los planteamientos teóricos fundamentales de Saussure y Peirce (se discutirá a través de una plenaria la próxima sesión).

• Elabore un cuadro comparativo donde se destaquen semejanzas y diferencias entre signo y símbolo.

• ¿Cómo interpretarías el postulado del filósofo Ernest Cassirer, cuando afirma que: "el signo(signal) es parte del mundo físico de los seres y el símbolo como parte del mundo humano del pensamiento" ?.

• De acuerdo a lo expuesto en la Ley 115 de 1994; especifique los estándares que se relacionen con la semiología como objeto de estudio en Lengua Castellana. Se recomienda escoger un grado específico por CIPAS y socializarlo la próxima sesión.

DATOS BIBLIOGRÁFICOS


• CALABRESE, Omar. El lenguaje del Arte. Paidos. Barcelona 1985.

• LURKER, Manfred. El mensaje de los símbolos. Editorial Herder. Barcelona 1992.

• MUKAROUSKI, Jan. Escritor de Estética y semiologia del Arte. Gustavo Pili. Barcelona. 1977.

• ECO, Umberto. "Proemio" en signo. Ed. Labor. España. 1988.

• SAUSSURE, Ferdinand. Curso de Linguïstica General. Ed. Nuevomar. México. 1982.